domingo, 27 de diciembre de 2009

Sirena

El sol está cayendo a lo lejos en el mar, el agua leve movimiento que corta la estáticidad del ambiente. El aire está frío junto al mar. Ella está sentada a la orilla del océano, su mente perdida entre la marea imperceptible que se lleva sus recuerdos lejos, a lo profundo de las entrañas terrestres. Busca su mirada algo más allá de la inmensidad, sus ojos se alejan con el aire hacia las estrellas que comienzan a aparecer. Las horas pasan, el tiempo muere, y sus pies apoyados en la arena sintiendo el leve vibrar de la vida.
No está esperando nada, no quiere encontrar lo que busca, sólo quiere sentir cómo el océano se lleva las manchas de su alma.

domingo, 13 de diciembre de 2009

No quería saber...

¿Vieron cuando se enteran de algo que preferirían no haberse enterado nunca? Es molesto. Hay veces que pagaría por retroceder el tiempo y no escuchar, no leer, ciertos comentarios, ciertas confesiones, ciertas anécdotas. Ahora me toca caer en una realidad que antes me era ajena. Admitir ciertas hipótesis que descarté para simplemente dejarme ser.
Hace bastante que no me permito enamorarme, que tengo miedo a que me lastimen. Conozco gente, mantengo cierta relación, pero el vocablo “amor” es tabú en mi vida. Soy precavida, intento no dar más de lo que me dan, simplemente porque cuando lo hice, me lastimaron. Tengo heridas que no han cicatrizado todavía, y están ahí, abiertas y expuestas a cualquier dolor. Y por más que intento dejar mis miedos de lado, que busco poder volver a confiar en que alguien me ayudará a curarlas, termino en el mismo lugar que al principio: agazapada en un rincón, tratando de contener la decepción e intentando volver a ver brillar el sol.
Me acostumbraron a desconfiar, ya no apuesto al todo o nada, por el miedo de perder. Y con cada persona nueva que aparece, busco la alegría en los hechos ambiguos, tener la esperanza de que lo nuevo será revitalizante y curativo, y darle la oportunidad de que me demuestre que se puede volver a empezar. Sin embargo, pareciera que la veta continúa y termina decepcionándome, incumpliendo sus promesas y dejándome sola. Me termina convenciendo que solamente estaba jugando conmigo.
Y finalmente se confirma el dicho: Ojos que no ven, corazón que no siente. Qué feo es cuando uno ve y tiene que afrontar las consecuencias de su corazón.

sábado, 12 de diciembre de 2009

Lágrimas en los ojos

Pasa, siempre pasa que hay momentos en los que la cabeza comienza a maquinar, en los que ponemos la balanza a un lado y hacemos un resumen de lo que tenemos y lo que perdimos. Esto suele suceder en estas épocas de fin de año, cuando las cosas se acaban y hay que prepararse para afrontar los nuevos desafíos.
Me hago cargo de mis decisiones, de mis actos y las palabras dichas. No soy de arrepentirme de lo que hice. Hasta lo peor que me ha tocado vivir lo tomo como una enseñanza, trato de buscar qué puedo aprender de ello.
Pero hay veces que me vence el dolor, la decepción y termino con lágrimas en los ojos. Momentos en los que quisiera que estés al lado mio, que me abraces y me digas que todo va a pasar, que debo ser fuerte y que estás ahí conmigo, para acompañarme a pesar de todo.

No tenes idea de cuánto necesito de tus brazos y tu cariño.

viernes, 4 de diciembre de 2009

La lámpara de Aladino

Quiero escribir algo lindo, algo que te haga sonreír al posar tus ojos sobre estas palabras. Quiero poder ofrecerte el cielo con las manos, ser un motivo para que seas feliz.
Quiero poder mirarte a los ojos y mantener la mirada calma, trasmitirte paz y alegría sin siquiera darte tiempo a que te des cuenta de que soy el motivo de tu risa.
Quiero ser la que anhelas encontrar junto a tí cada mañana, y la última en la que piensas cuando te acuestas. Quiero ser lo que necesitas.
Y puedo serlo, puedo ser esa calma que tanto buscan tus ojos, sólo necesito que me des la oportunidad.